En Grupo Roma estamos muy concienciados acerca de la importancia que tiene la gestión de residuos para proteger el medio ambiente. Y por eso apostamos por un modelo de consumo responsable como la economía circular, que favorece tanto el aprovechamiento de los materiales como la reducción de residuos generados.
De hecho, el objetivo que todos debemos ponernos es el de hacer un tratamiento de residuos en el que todo sea aprovechable, desde los envases industriales que se pueden reutilizar hasta el compostaje de desechos orgánicos, pasando por la reducción de elementos peligrosos lo más cerca del cero que sea posible. Y teniendo en cuenta que la UE tiene en mente impulsar la economía circular, queremos hablar acerca de uno de los pilares de esta estrategia: la gestión de residuos.

La necesidad de cambiar de mentalidad
Hasta ahora, la idea de contar con un plan de tratamiento de envases, tanto industriales como de otro tipo, y su recuperación para darles una nueva vida era algo un tanto residual. De hecho, vivimos en una sociedad en la que casi todo es de usar y tirar, como lo demuestra la cantidad de plásticos y otros restos que hay en los vertederos. Y lo que es peor, en zonas en las que no debería haber residuos, como nuestros mares.
Es fundamental que hagamos un cambio en nuestra forma de hacer las cosas y apostemos por un modelo mucho más productivo y menos impactante. En resumen, es más que necesario entrar en una economía circular, donde se pueda aprovechar todo lo que se genera.

Gestión de residuos: clave para que la economía circular funcione
Una de las claves para que los materiales puedan volver a utilizarse es que estén libres de residuos, sobre todo cuando han estado en contacto con elementos peligrosos y nocivos. Si no se gestionan del modo adecuado, acabarán en lugares en los que no deberían estar, con consecuencias que pueden ser desastrosas.
Por ello, la recuperación de envases industriales debe dejarse en manos de profesionales cualificados y certificados, que garanticen que los residuos se van a tratar del modo adecuado desde el principio hasta el final. Y que todo lo que sea recuperable y reutilizable estará en perfectas condiciones para su uso.
Porque una economía circular no es solo hacer reciclaje. Hay que saber elegir los materiales con los que se hace un producto, diseñarlo de un modo que se pueda aprovechar al completo e incluso pensar más allá del primer uso que se le dé, por ejemplo usando contenedores de plástico para guardar alimentos, y decidir si después se podrán usar de nuevo para este tipo de productos o pasarlos a otra industria.
La economía circular es una solución ventajosa en todos los sentidos
Gestionar los residuos para potenciar la economía circular tiene muchas ventajas, tanto a nivel medioambiental como económico, entre otros aspectos.
En el lado del medio ambiente, cada vez preocupa más a los países industrializados porque es evidente que no se puede mantener el ritmo actual, pero tampoco se quiere renunciar al progreso. Por ello, un desarrollo sostenible comienza con un uso responsable de todo lo que se usa, incluidos los envases en los que se almacenan los productos.
Por otro lado, la recuperación de envases industriales es una opción económica, en la que se observa cómo la economía circular tiene ventajas también a nivel competitivo. Se puede obtener una importante reducción de costes, a la vez que se puede aprovechar al máximo el espacio de almacenaje usando recipientes manejables, sin importar cuál sea la naturaleza del producto.
En Grupo Roma realizamos un estricto tratamiento de todos nuestros envases e instalaciones, para contribuir a mejorar nuestro planeta.